Álex es un cocinero de gran talento, pero  su premiado restaurante, cuya peculiaridad  reside en que no cocina con productos  procedentes originariamente de América,  está cada día más vacío. Es brusco, algo excéntrico y de pocas palabras. 
Annette es una joven canadiense  que aterriza casi por azar en el restaurante  de Álex, sin experiencia en cocina pero  con un máster en antropología alimentaria  bajo el brazo.  Es dulce, enérgica y en su cabeza siempre  bullen mil ideas. 
Son polos opuestos, sin embargo  hay algo que ambos comparten:  un  oscuro  pasado. 
Recetas, cazuelas y aromas aderezan la vida  de los protagonistas: dos corazones rotos  que encontrarán entre fogones el condimento de  su propia  felicidad. 
Ácida, fresca y chispeante, a la vez que tierna  y enigmática, por las páginas  de Sal de vainilla sobrevuela un misterio y una  pasión contenida, pero también un amor  incondicional por la cocina.